jueves, 12 de enero de 2012

La personalidad del Papa Pacelli


Mejores plumas han escrito sobre la personalidad de Pio XII. Los documentos publicados por Pierre BLET con autorización de los Archivos Secretos Vaticanos son elocuentes en este sentido. Se ha hablado y escrito mucho también sobre Sor Pasqualina, desde el libro-escándalo de Paul I. Murphy (La Popessa) hasta las propias Memorias de la religiosa.
En base a toda esta documentación histórica fuerza es de reconocer que Sor Pasqualina tuvo ciertamente un ascendiente sobre Pio XII, y mucho mayor desde que la edad y las enfermedades del Papa lo hacían sufrir, pero esta influencia se limitaba a la vida doméstica.
Ningún documento histórico, o testimonio de la época, dice lo contrario. Sor Pasqualina era ciertamente una mujer de fuerte carácter, ya su modo de caminar y de moverse lo anunciaban antes de que comenzara a hablar, pero Pio XII era también un hombre con gran personalidad y carácter.
Más de una vez algún cardenal se quejó de la "ingerencia" de Madre Pasqualina en la vida del Papa, como el poderoso Cardenal Tisserant, pero ésta se limitaba - ellos mismos lo reconocen - a hacer respetar la horas de audiencia, cuando Pio XII estaba enfermo, o no vacilar en ahuyentar personajes o extraños que podían fatigar a un papa que ya desde su juventud no gozó ciertamente de buena salud. Recordemos cómo el joven seminarista Eugenio Pacelli fue excusado de residir en el Seminario Romano para, desde su casa cada día, ir a las clases del Collegio Capranica, donde estudiaba teología.
El que Sor Pasqualina se haya excedido alguna vez en sus responsabilidades, no hay logar a duda, pero siempre en este ámbito: la vida doméstica del Palacio Apostólico.
Jamás Pio XII hubiera permitido que la gobernante de su casa tuviera siquiera voz en los asuntos eclesiásticos. En la llamada Casa Pontificia, era era, sí, un temible cancerbero, pero también una amable y dulce enfermera. Sor Pasqualina cultivó también grandes amigos, algunos de ellos presentes a sus funerales, incluso algunos "agentes" del Papa como la princesa Virginia Bourbon Del Monte di San Faustino, Madame Agnelli.
Sabemos, siempre por los documentos y testimonios históricos, que más de una vez el Papa delegó en Sor Pasqualina su acción caritativa; ropa, dinero y víveres partían a diferentes partes de Europa durante la guerra y a lo largo de la penosa post-guerra.
Muchos miembros de antiguas casas reinantes, caídos en la pobreza, se beneficieron con las larguezas de Pio XII via Sor Pasqualina.
Algunos miembros sobrevivientes de la Casa Imperial de Rusia estuvieron entre ellos.